Episodio 7: Truco de Pingu

El vecino de Pingu sale del iglú, saca un trozo de lavado para que se seque y vuelve a entrar. Pingu pasa caminando, y mientras lo hace, el lavado cae de la línea. Esto le preocupa, así que lo levanta y toca el timbre para contarle al vecino lo que ha sucedido. El vecino toma el lavado, lo cuelga de nuevo y recompensa a Pingu por su amabilidad al darle algunas galletas. Pingu luego se encuentra con Pingo, quien ve a Pingu terminando una galleta y le pregunta si puede tomar una. Pingu le da la bolsa, pero está vacía! Pingu explica cómo consiguió las galletas y le muestra a Pingo dónde. Para horror de Pingu, Pingo quita el lavado de la línea y toca el timbre en el iglú. Cuando el vecino abre la puerta, Pingo cuenta la misma historia, esperando la misma recompensa. El vecino se da cuenta de lo que está pasando y cierra la puerta en la cara de Pingo. Pingo y Pingu luego juegan un par de trucos en el vecino, ambos implican tocar el timbre de la puerta y luego huir, y el vecino se enoja mucho. Luego, otro pingüino viene a entregar un paquete, toca el timbre de la puerta y, cuando se abre la puerta, se empapa con un cubo de agua arrojado por el vecino. El vecino se disculpa, pero el otro pingüino está muy enojado, luego golpea el paquete en las manos del vecino y se va furioso. Luego, el paquete comienza a gotear (una indicación de que había algún tipo de líquido en el paquete), luego el vecino lo tira al suelo, patea el cubo y regresa al interior, cerrando la puerta. Luego el lavado cae nuevamente al suelo, ¡así que Pingu lo cuelga de nuevo y tanto él como Pingo se alejan en silencio!

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