Mediados de septiembre de 1984. Comienzan los preparativos de la boda de Inés, y Antonio se involucra de lleno en ellos. Como padre de la novia está dispuesto a asumir todos los gastos, algo que Mercedes no ve con buenos ojos ya que, precisamente ahora, no andan muy bien económicamente. Las discrepancias por el tema de la boda también son más que evidentes entre José Ignacio e Inés, que tienen dos maneras muy opuestas de ver la celebración. A esto se une que la familia de José Ignacio viene desde Salamanca para conocer a Inés y sus padres, de cara a la futura boda. Pero las diferencias entre las dos familias, no sólo de clase, son palpables desde el primer instante. Por su parte, Carlos regresa desde Sagrillas a Madrid para asistir al funeral del novio de Marcelo, que ha muerto de SIDA. La muerte de Tino hace reflexionar a Carlos sobre su generación y sobre la amenaza que supone el SIDA. El violador que intentó agredir a Clara sigue suelto, y el miedo a una nueva agresión en San Genaro se siente en el ambiente. Clara está asustada y no quiere denunciar la agresión que sufrió, pero Mercedes y Herminia la animan a ir a comisaría para que su testimonio pueda evitar nuevas agresiones.